viernes, 19 de diciembre de 2014
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Pobladores y organizaciones se movilizan para expulsar al Ejército de Ayutla

3:05 a.m.
19 de diciembre de 2014

El Sur

Integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) de Ayutla de los Libres y la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) retuvieron este miércoles durante tres horas y luego corrieron de la población a unos mil soldados y policías federales sobre la carretera Ayutla-Cruz Grande.

Los uniformados de ambas corporaciones portaban toletes, escudos, cascos y equipo de protección que se utiliza para desalojos. Provenían del municipio de Tecoanapa y se trasladaron a Ayutla para reforzar el cuartel militar que tiene su base en las instalaciones de la Policía Municipal, donde vecinos, policías ciudadanos de la UPOEG y Policías Comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de El Paraíso se concentraron, para exigir la salida inmediata de las fuerzas castrenses de su territorio.

Los militares y policías federales no llegaron a su destino porque les fue bloqueado el paso por un pequeño grupo de maestros, estudiantes y padres de familia que conforman el MPG, así como Policías Ciudadanos de la UPOEG, quienes les restringieron cualquier ruta de acceso y salida, de tal modo que el convoy no podía avanzar ni retroceder.

Los uniformados fueron retenidos desde las 2:30 hasta las 5:30 de la tarde.

Los policías federales y los militares que fueron retenidos en Ayutla salieron de Tecoanapa cerca de la 1:00 de la tarde, los primeros a bordo de tres autobuses y ocho camionetas, y los segundos en 10 camiones y siete camionetas.

Partieron del retén que tienen en la carretera federal Tierra Colorada-Tecoanapa, justo en el crucero que va a San Marcos, entre las comunidades de Las Mesas y El Pericón.


Van manifestantes al retén militar en el crucero a San Marcos

En el retén en el crucero a San Marcos, además del convoy que salió había por lo menos cien soldados, la mitad de ellos estaban formados a un costado de la carretera con toletes, escudos, cascos, rodilleras y coderas, pero sin armas de fuego.

A decir de los habitantes de Tecoanapa, a más de año y medio que ese retén se instaló de manera permanente nunca vieron algo como eso. Además, en los cerros se observaban uniformados armados que vigilaban.

Hasta ese lugar llegaron dos camionetas con maestros que integran el MPG en Tecoanapa y que se han movilizado para exigir la presentación con vida de los 42 normalitas desaparecidos en Iguala desde hace casi tres meses. Los vehículos tenían calcomanías del MPG y del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano (SSJC) de la UPOEG que opera en ese municipio.

Los coordinadores del MPG, quienes por seguridad se reservaron sus nombres, se dirigieron al militar a cargo del retén (quien tampoco dio su nombre) y le entregaron un documento firmado por el Concejo Ciudadano de Tecoanapa y 33 de 48 comisarios.

En el oficio exigen la salida del Ejército al que acusan de abuso de autoridad, violación a los derechos humanos y hostigamiento contra las organizaciones que participan en las acciones para exigir la presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

“La verdad nosotros estamos molestos, estamos hasta la fregada de todo esto, porque lejos de que nos den una respuesta por los 43 estudiantes desaparecidos, que es lo único que nos mueve, vienen y se arman más y se fortalecen”, fueron las palabras que dirigió uno de los maestros al uniformado a cargo.

Les recordó que la seguridad para Tecoanapa, sus comunidades y otros municipios de la Costa Chica la brinda la Policía Ciudadana de la UPOEG que surgió a principios del 2013 como un movimiento de autodefensa para enfrentar a la delincuencia organizada que secuestraba, extorsionaba y asesinaba en esa región del estado.

“No es que nosotros menospreciemos su trabajo, pero creemos que nuestra petición está bien fundamentada”, expuso el maestro.

En respuesta, el responsable del retén explicó que no estaba facultado para recibir ese tipo de documentos, por lo que sugirió a los inconformes trasladarse a la Novena Región Militar con sede en Acapulco o al 48 Batallón que se encuentra en el municipio de Cruz Grande, donde se encuentran sus superiores.

“Yo lo que les pediría es que acudieran a cualquiera de esas dos instalaciones, si no tienen inconveniente nosotros los invitamos a que acudan ante esas instancias para que les reciban el oficio y nosotros esperaremos las órdenes de nuestros mandos superiores”, dijo.

Otro miembro del MPG cuestionó, “si están para defender al pueblo, no entendemos por qué el Ejército está vestido de antimotín, ellos están vestidos de antimotines con escudos y toletes, creemos que la función del Ejército no es esa”.

El soldado no explicó las razones y se limitó a decir que “yo de manera muy respetuosa le digo que aquí siempre son bienvenidos, nosotros estamos para servirles a ustedes, al pueblo de México”.

Al percatarse de que ahí no encontrarían una respuesta, los inconformes se retiraron.

Antes, en entrevista, uno de los coordinadores denunció que varios miembros del MPG han denunciado que en ese retén son hostigados por los militares.

Dijo que son fáciles de identificar porque sus vehículos tienen calcomanías del MPG y de la UPOEG, razón por la que constantemente son retenidos en ese punto para ser revisados, “mientras que pasan otros coches con gente sospechosa y a ellos no les dicen nada, pero eso sí a nosotros casi nos encueran para revisar que no traigamos cosas que no”.

Pese a la presencia del Ejército en esa zona, dijo que los delitos como el secuestro, las extorsiones, desapariciones y asesinatos, continuaban, y no fue hasta el surgimiento de la Policía Ciudadana que consiguieron restablecer la seguridad en Tecoanapa, “por eso queremos que se vayan, porque aquí ellos no sirven de nada, la seguridad nos la proporcionamos nosotros mismos”.

Insistió “ellos nada más nos vienen a chingar, lejos de protegernos sólo vienen a reprimir a la sociedad y eso no lo vamos a permitir, son prepotentes, groseros para dirigirse a la sociedad, son groseros para pedir las cosas”.

Relató que el martes una comisión del MPG que viajó a la ciudad de México visitó al oficial del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alán García Campos, a quien le dijeron de los abusos del Ejército y le pidieron orientación para resolver ese problema.

Dijo que él les sugirió realizar una petición formal y por escrito dirigida a las autoridades castrenses en las que pidan que se retiren de las zonas en donde tienen presencia, y en las que se han registrado sus abusos, la ONU “sabe lo que está pasando en este momento acá en Tecoanapa y en Ayutla”.

Dijo que analizarán en los próximos días si van a la Novena Región Militar para entregar el documento.


Llega el convoy a Ayutla, es retenido y luego corrido por la población

Del retén de Tecoanapa salieron aproximadamente mil uniformados, entre policías federales y militares, la mayoría con equipo antimotín. Se dirigían a Ayutla para un posible desalojo en las instalaciones de la Policía Municipal, donde se encuentra un cuartel del Ejército.

Los integrantes del MPG de Tecoanapa que acudieron a dejar el oficio se percataron de esta situación y advirtieron a sus compañeros de Ayutla para que se mantuvieran alertas y no los dejaran entrar a la cabecera municipal. Incluso ellos en sus dos camionetas siguieron al convoy hasta ese municipio, donde la gente ya se estaba organizando para no dejarlos pasar.

A las 2.30 de la tarde los uniformados ingresaban a Ayutla pero cuando llegaron al crucero del panteón, sobre la carretera federal Ayutla-Cruz Grande les cerraron el paso con dos vehículos de la UPOEG, atravesados en los cuatro carriles.

En cuanto el convoy se detuvo, por la parte de atrás donde se encuentra el puente por el que pasa el río de Ayutla, policías ciudadanos atravesaron otras seis camionetas, de tal forma que los uniformados no podían avanzar ni retroceder.

De inmediato unos cien policías federales bajaron de sus unidades y se colocaron al frente, con escudos y toletes, mientras que otro número igual de militares también con equipo antimotines se colocó atrás de los primeros. El resto esperaba instrucciones.

No eran más de 200 personas en total, la mayoría maestros, estudiantes y padres de familia quienes bloquearon el paso de los uniformados que tenían la encomienda de llegar al cuartel militar para apoyar a sus compañeros, quienes recibieron la visita de miles de personas que exigen su salida del municipio por los abusos que cometen.

Ahí permanecieron tres horas, bajo el sol. Los integrantes del MPG presionaron a los dueños de las tiendas de abarrotes y farmacias que están justo donde quedó atrapado el convoy a que cerraran y no vendieran agua ni refrescos a los militares y federales, con la intención de agotarlos físicamente.

Pese a que los uniformados estaban preparados también para desalojar en ese punto, no hubo ningún momento de confrontación.

Los manifestantes se mostraron respetuosos con los policías y militares, quienes hicieron lo propio.

Fue a las 5.30 de la tarde cuando los manifestantes se acercaron a quienes iban al frente del convoy para realizarles una propuesta. Les indicaron que les permitirían retirarse pero con dirección a Tecoanapa, es decir, no les permitieron avanzar.

Los uniformados accedieron, por lo que les fue permitido el paso y se regresaron al retén de Tecoanapa, mientras que los federales, se supo, partieron a Chilpancingo.

Policías ciudadanos los resguardaron hasta que abandonaron Ayutla.




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